Decepción. Esa es la palabra que mejor puede definir los visto ayer en el campo a nivel futbolístico. Se esperaba un partido de idas y venidas, sin descanso, pero resultó ser un partido demasiado táctico, con un respeto mutuo, aunque mayor en el lado español. El equipo alemán domino el partido desde el minuto 15 y sólo se permitió una pájara al comienzo de la segunda mitad. Pájara que se tradujo en gol y que a la postre puede resultar decisiva de cara a la presencia del equipo bávaro en 'su' final en el estadio Allianz Arena el próximo 19 de Mayo.
Con respecto al Real Madrid, decepción no sólo futbolística, sino también táctica. La táctica arriba pareció contradecir a la usada en defensa. Con dos estiletes por las bandas alemanas - Ribery y Robben- no cabía duda de la necesidad de dos laterales de corto recorrido - Arbeloa y Coentrao. Sin embargo, su apuesta ofensiva con 4 jugadores merodeando el área rival, dejo un centro del campo de marcado color rojo. Faltaba alguien capaz de conectar la dupla Alonso-Khedira con el tridente de arriba. El eligido fue Özil, en detrimento de Kaka', y su aportación fue escasa, salvo el gol. Su rendimiento fue bajando con el paso de los minutos, y en la segunda parte, confinado en la banda derecha, desapareció.
Mourinho pareció contentarse con el empate y prueba de ello fueron los 2 primeros cambios que realizó sentando a dos jugadores de ataque y dando entrada a un medio centro organizador y a un lateral, que nunca llegue a descubrir que posición ocupo sobre el campo.
Fue un partido menos tenso de lo esperado, aunque tal y como ya sucediera en la vuelta de la Supercopa de España en verano, Marcelo volvió a cazar por detrás la pierna de un rival en un claro acto de desesperación. Un amigo que vio el partido conmigo me comento que me vio poco tenso, que se imaginaba que en un partido de esta magnitud, lo hubiera mandando a freir esparragos con sus comentarios de persona que no es amante del fútbol. Pero aun queda el partido de vuelta, y como dijo Juanito: "Noventa minuti en el Bernabéu, son molto longos". Será, ese sí, un partido tenso durante los 90 minutos (o 120 en caso de prórroga). Y aunque baste con un 1-0, el Bernabéu debería convertirse en lo que fue durante las noches europeas de los años 80' y devolver el término 'Miedo escénico' a la mente de sus rivales.
En cuanto al partido de esta noche, el Chelsea llegará con sed de venganza tras el 'Iniestazo' del 2009, que les privó de su segunda final continental consecutiva. La suerte que corra la escuadra londinense a cargo de Di Matteo, dependerá en gran medida de como supla la sensible baja de David Luiz en el centro de la zaga y de la 'Spanish conection' entre Mata y Torres. Un Torres, que sigue sin ver porteria con la facilidad de antaño pero que siempre 'moja' contra el Barcelona.
El Barcelona, por su parte, al igual que el año pasado, sigue empeñado en alejar los fantasmas que hablan de fin de ciclo en 'Can Barça'. Con un Messi enrachado con 63 goles en 52 partidos, 14 de ellos en Champions League, y con Alexis y Pedrito que llegan en un gran momento de forma.
Si el centro del campo catalán consigue conectar con los de arriba, raro será que el Barcelona no saliera de Stamford Bridge con algún gol en la buchaca que será de gran ayuda de cara al partido de vuelta en el Nou Camp la próxima semana.
miércoles, 18 de abril de 2012
"Noventa minuti en el Bernabéu, son molto longos"
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