Estadio Maracaná - Rio de Janeiro, Brasil |
Todos teníamos una ilusión desde la pasada Copa Confederaciones en Sudáfrica. Cuando España llegó a las semifinales ante Estados Unidos una final intercontinental ante Brasil era algo más que una ilusión. La idea de poder ganarle un título a Brasil era algo así como un sueño húmedo. Estados Unidos se encargó de enfriar los ánimos, pero no fue más que un coitus interruptus. Cuatro años después el sueño sigue y mejorado. Una final intercontinental, contra Brasil, en Brasil y en Maracaná !!
El partido va ser sin duda una declaración de intenciones de cara al Mundial del próximo verano. España llega como máxima favorita tras haber ganado 2 Eurocopas seguidas y el último Mundial y Brasil es Brasil y además es la selección anfitriona.
Para esta Confederaciones, España ha llegado con todo el armamento. De los 23 que han venido, salvo lesión, un mínimo de 20 estarán también el próximo año, con permiso de los sub-21 que vienen llamando con fuerza a la puerta de la absoluta. Brasil, sin embargo, ha optado más por rejuvenecer a la escuadra y dar la alternativa a jugadores menos habituales en las convocatorias de la canarinha con casi la mitad de la lista jugando en la liga local.
Brasil no ha jugado a un gran nivel en toda la competición pero le ha bastado para llegar a la final. Aún no ha tenido un partido especialmente difícil, aunque tuvo momentos de sufrimiento en la semifinal ante Uruguay. España ha tenido un grupo más fácil, pero aún así tuvo momentos de excelencia ante la propia Uruguay. En la semifinal ante Italia sufrió de lo lindo en la primera mitad. Prandelli planteó un partido perfecto en lo táctico con tres centrales y un centro del campo muy poblado y aprovechando los huecos dejados por Alba con Candreva y Maggio. Sin duda España puede acusar el esfuerzo del partido ante Italia, pero llegará con dos jugadores importantes, Soldado y Cesc, frescos tras descansar en las semifinales por problemas musculares.
Pero, como reza el tópico, en las finales todo lo acontecido anteriormente no cuenta. Será un partido bonito de ver. La potente Brasil y la torzida brasileña que nos ha pitado hasta los calentamientos, esperan a la selección en uno de los estadios más míticos del fútbol mundial. Una defensa de talla mundial, con Alves y Marcelo en las bandas y Thiago Silva y David Luiz en el centro de la zaga. Un centro del campo con recorrido y magia. Paulinho, el mediocentro deseado de Ancelotti, es el pulmón del centro del campo y Oscar y Neymar ponen el Jogo Bonito. Arriba la pólvora corre a costa de Fred y Hulk. Será interesante de ver los duelos en las bandas, rememorando los enfrentamiento de los Clásicos con Alves-Arbeloa y Marcelo-Alba, así como ver el primer enfrentamiento Neymar - Ramos. Iniesta y Xavi tendrán mucho espacio en la medular para intentar conectar con los de arriba. Por las características del rival, Del Bosque podría volver a apostar por Cesc como falso '9' y dos extremos veloces para aprovechar los huecos dejados por Alves y Marcelo con sus subidas al ataque, como Pedro y Navas.
La final, el domingo a las 00:00h. (CET) en Telecinco.
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