La segunda tanda de eliminatorias de vuelta de los octavos de final de la Champions League ha sido una jornada de infarto para los aficionados de los clubes españoles. Los dos equipos que tenían sus partidos esta semana venían con un balance negativo del partido de ida y estaban obligados a remontar en su campo.
La noche del martes fue la noche del FC Barcelona. El equipo culé llegaba en horas bajas y herido. Con dos derrotas en 4 días ante el Real Madrid y un Messi desaparecido en combate, el partido ante el Milan se antojaba decisivo para zanjar o acentuar aún más la mini-crisis que atravesaba el club. Con un 2-0 que remontar, Messi se echo el equipo a la espalda y ya en el minuto 5 abrió el marcador y metió el miedo en el cuerpo de los jugadores rossoneri. Al disparo al palo de Niang en el 38' cuando encaraba solo al portero, le siguió el segundo de Messi. El Barcelona se fue al descanso con la eliminatoria ya empatada y con 45 min. por delante para darle la vuelta y terminar la remontada.
Tal y como empezó la primera mitad, así empezó la segunda. El Barcelona tocó a zafarrancho y en el minuto 55' Villa culminó la remontada. A partir de ese momento, el Barcelona volvió a ser el Barcelona y el Milan volvió a ser el Milán. El equipo azulgrana volvió a su fútbol de toque ante el que nada pudo hacer la escuadra dirigida por Massimiliano Allegri. En el minuto 91' y como colofón final, una contra llevada por Alexis Sánchez termino en un gol de Jordi Alba y el 4-0 en el electrónico.
Haciendo historia
Sin embargo esta no fue la única remontada de la jornada. En la noche del miércoles, el Málaga añadió otra gloriosa página a su historia europea, con una remontada y entró en el selecto grupo de los 8 mejores del viejo continente. En el partido de ida, jugada en tierras portuguesas, el equipo malacitano no consiguió ver puerta ante el Oporto y se volvió del país vecino con un resultado adverso, aunque no insalvable.
El partido de vuelta empezó con un Oporto presionando arriba al Málaga para evitar el juego de toque del equipo costasoleño. Durante los primeros minutos el Málaga se vio abrumado por la presión de los portugueses pero no cejaron en su empeño de llegar al área contraria. Un balón mal controlado por Joaquín cuando encaraba solo al portero, una mano salvadora del portero a tiro de Antunes a la salida de un corner o un gol mal anulado por una inexistente falta de Baptista al portero, fueron un aviso de lo que estaba por llegar. A dos minutos de los primeros 45' reglamentarios, el joven Isco hizo vibrar a las gradas de La Rosaleda con un tremendo zarpazo desde la frontal del área que se coló por la escuadra derecha del meta brasileño.
Con la eliminatoria empatada a uno, la sensación al descanso era que de haber tenido 5 minutos más, podrían haber finiquitado la eliminatoria.
La segunda parte no pudo empezar mejor para los intereses del cuadro blanquiazul. En el minuto 3' del segundo tiempo, el arbitro italiano le enseño la segunda cartulina amarilla a Defour tras una tonta zancadilla por detrás en las inmediaciones del lateral del área. El Málaga se encontraba con una eliminatoria a 45 minutos y con uno más. Pellegrini sabía que había que seguir asediando el área rival y sacó a Roque Santa Cruz en lugar de un Baptista que aún no esta al 100% tras salir de una larga lesión. Fue entrar y besar el santo. 3 minutos después y en el primer balón que tocaba, el punta guaraní remató de cabeza un córner desde la derecha. El delirio se apoderó de la grada, que veía como su equipo había dado la vuelta la eliminatoria y se ponía a la altura de equipos como Real Madrid, Barcelona o Bayern de Münich. Los últimos minutos del partido, sin embargo fueron de todo menos plácidos para el equipo español, que supo sufrir y defender el marcador.
Otra vez a las puertas
El segundo partido de la noche también llamaba a remontada pero no fue posible. El Arsenal llegaba a Alemania con la necesidad de hacer tres goles. Toda una quimera teniendo en cuenta que Podolski y Wilshere no viajaron con el equipo por lesión. En el partido de ida, el control del Bayern fue abrumador y se llevó un 1-3 para el partido de vuelta. Sin embargo, y en contra de lo que la prensa inglesa pensaba, el equipo de Arsène Wenger salió sin miedo y a por el partido y ya en el minuto 3, Giroud pusó el 0-1 en el marcador. El gol hizo que el equipo inglés se viniera arriba, pero aún hacían falta 2 goles en el feudo del líder de la Bundesliga. El equipo bávaro no se vino abajo y siguió como si nada, presionando la salida del balón e intentando crear ocasiones de peligro. El Arsenal seguía creyendo que la remontada era posible, pero la creencia no se traducía en ocasiones, hasta el minuto 85, cuando Koscielny mandó el balón a la red. El partido terminó con el 0-2 y el Arsenal se volvió a quedar a las puertas de los cuartos de final por segundo año consecutivo otra vez rozando la épica y otra vez por culpa del valor de los goles fueras de casa. El año pasado fue ante un Milan que ganó 0-4 en el Emirates Stadium. Curiosamente en aquel partido, el Arsenal también se adelantó en los primeros 5 minutos y Koscielny también marcó.
Con la elimación del Arsenal, la Premier League inglesa se queda sin representantes por primera vez en los cuartos de final de la Champions League desde 1996.
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