viernes, 30 de agosto de 2013

Y por fin llegó



La verdad, este jueguecito al que nos tiene acostumbrada nuestro presidente me está empezando a cansar. Lo hizo con Ronaldo, el brasileño, el verdadero, con Ramos y el año pasado repitió el mismo baile con la misma pareja para traer a Modric.

El caso del de Camas fue el menos grave pues llegaba rodado tras hacer la pretemporada y jugar el primero partido de la temporada con el Sevilla. Sin embargo el caso del croata debería haber encendido las alarmas en las oficinas del club cuando para el principio de la pretemporada el jugador galés no estaba a las órdenes de Carlo Ancelotti. Traer a un jugador que no ha jugado un partido desde el último partido de liga por el que se van a pagar 100 millones de euros no tiene sentido.

La última bravuconada del dueño del Tottenham fue hacer esperar al Real Madrid hasta la contratación de 3 jugadores para suplir la marcha de Bale. El Tottenham ha jugado con el Real Madrid como si fuera un equipo pequeño, y lo peor es que Florentino no se ha dado cuenta o no ha querido. La lucha de egos, la batallita de ver quien la tiene más grande no es de la altura de un club como el Real Madrid. Tirarse más de dos meses rogando por un jugador de 23 años que aún no ha ganado ningún título de prestigio y por ese precio no debería tener cabida en un club como el Real Madrid.

Lo correcto en este caso hubiera sido retirarse en el último momento, dejar al Tottenham tirado con 100 millones de euros gastados en fichajes para sustituir a un jugador que finalmente no ha vendido y que ha indicado por activa y por pasiva el deseo de marcharse del club londinense. Eso hubiera servido para alertar a futuros navegantes y quitarnos la fama de ‘tío Gilito’ que tiene Florentino, por la cual cada jugador en el que se interesa sube su cotización 

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