Florentino Pérez, desde su llegada al club blanco en el año 2000, ha incorporado siempre una gran estrella mediática a la plantilla. Sin embargo, en los últimos años, el mandatario blanco intenta meterse en el menor número de líos posible y pone como condición sine qua non la declaración pública por parte del jugador de su intención de recalar en el Real Madrid.